La Casa Blanca no apoyará una ley que vaya en contra del cifrado. Según Reuters, los líderes del Comité de Inteligencia del Senado de ambas partes políticas están preparando una ley que obligue a las compañías a ayudar a las fuerzas de la ley a romper el cifrado de los dispositivos de los sospechosos. Ninguna de las leyes será apoyada por la Administración de Obama, por lo menos como las han presentado en el momento de escribir estas líneas.
El presidente de los Estados Unidos ha sugerido en alguna ocasión que apoyaría que las fuerzas de la ley pudieran acceder a la información de un teléfono en las investigaciones, pero la Casa Blanca aún no se ha decidido al respecto. Sin un acuerdo entre el Gobierno, las fuerzas de la ley y con la opinión pública pendiente de las decisiones, lo más probable es que la Casa Blanca no se pronuncie sobre la legislación del cifrado.
Ni Obama ni la Casa Blanca se deciden sobre el cifrado
Se espera que el Senador Republicano Richard Burr y la Senadora Democrata Dianne Feinstein presenten un proyecto de ley para que las cortes federales tengan autoridad para pedir a las compañías tecnológicas que cooperen en romper los datos cifrados en las investigaciones criminales. Las compañías tecnológicas se han posicionado y han luchado por la privacidad y los derechos de los usuarios, todos mencionando lo peligroso que sería crear software vulnerable que permitiera a las fuerzas de la ley acceder a los datos de los usuarios porque, una vez creada una puerta, es sólo cuestión de tiempo que la use alguien con malas intenciones.
El principal problema con los proyectos de ley que quieren obligar a las compañías tecnológicas a ofrecer ayuda a las fuerzas de la ley es que no contienen instrucciones específicas, métodos o límites sobre cómo tendrían que ayudar estas compañías, así como tampoco se han definido qué sanciones tendrían que cumplir si deniegan su ayuda. Sin unos límites establecidos, es difícil que un proyecto salga adelante, lo que, en este caso, no parece que sea algo malo.