Según un nuevo informe de Bloomberg al respecto, se ha conocido que los cuatro principales proveedores de paneles OLED para Apple no serán capaces de cumplir con la capacidad de producción necesaria para satisfacer la demanda prevista para nuevos terminales iPhone a lo largo de 2017. En respuesta a esta insuficiencia, se espera que haya restricciones en la oferta del producto para que así las unidades existentes puedan durar hasta 2018.
Las pantallas OLED son más difíciles de producir en cantidades masivas que las pantallas LCD, lo que significa que la situación de Apple al respecto es complicada, puesto que se encuentra a merced de los proveedores y de que estos estén dispuestos a producir las cantidades necesarias para satisfacer la demanda existente y que tengan capacidad para ello. Bloomberg señala también que las limitaciones que se produzcan en la oferta pueden obligar a Apple finalmente a tomar la medida de restringir el uso de OLED con una versión alternativa con pantalla LCD del próximo iPhone. Otra opción que tiene la compañía de Tim Cook es forzar a los proveedores a que adapten su cadena de producción y montaje a la demanda impuesta por el consumidor.
Mientras que Apple y Samsung tienen un acuerdo exclusivo para la fabricación por parte de la compañía coreana de paneles OLED en 2017, esta no garantiza que la sea capaz de satisfacer la demanda de Apple. Por ejemplo, los suministros OLED de Samsung ya se han visto limitados para sus propios teléfonos inteligentes, como el Galaxy S7 y S7 Edge. ¿Cómo va a satisfacer entonces la demanda para un competidor si no puede abarcar ni siquiera su propia demanda?
La necesidad de Apple sobre pantallas OLED es para pantallas de más de 5 pulgadas, según Bloomberg. La compañía con base en Cupertino ha ordenado un pedido inicial de 100 millones de unidades, que deben ser abastecidas durante el próximo año, pero Samsung sólo será capaz de proporcionar una parte de esa cantidad solicitada. Por tanto, Apple podría encontrarse con bastantes problemas si Samsung no puede satisfacer su demanda en dos aspectos diferentes. Por un lado, la demanda de dispositivos Apple no será satisfecha y la compañía perderá crédito con sus clientes y dejará de ingresar cientos de millones de dólares. Por otro lado, Samsung, su proveedor y a la vez su competidor, podrá aprovechar la coyuntura para comerle terreno comercialmente a la manzanita y colocar sus dispositivos a los usuarios que demandaban un iPhone y no pueden obtenerlo en el mercado.
Si la propia Samsung ve limitaciones de la oferta en su aportación de paneles OLED para el lanzamiento del nuevo iPhone en otoño de 2017, Apple no puede permitirse que otro proveedor le deje en la estacada. Por eso es por lo que, por lo general, Apple tiene varios proveedores de componentes clave. Por ejemplo, recibe paneles LCD de todos los principales fabricantes de pantallas con sede en Asia. Para el próximo año, por lo menos, parece que la cadena de suministro OLED puede ser un asunto de una sola empresa, a tenor del acuerdo en exclusiva con Samsung, pero por el bien de la compañía y de sus cifras, esta situación debe cambiar y Apple debe asegurarse una producción suficiente de paneles OLED en 2017.
El pasado martes, el analista de KGI Valores Ming-Chi Kuo dijo que cree que Apple lanzará un iPhone OLED totalmente nuevo junto iPhones LCD de 4,7 pulgadas y 5,5 pulgadas. al mismo tiempo, parece bastante probable que a estas diferentes versiones del teléfono inteligente de Apple le acompañen algunas novedades, como un panel de cristal trasero. El nuevo iPhone OLED tendrá también una pantalla curva de borde a borde. Anteriormente, Kuo ya dijo que el nuevo iPhone tendría pantalla OLED; una pantalla de 5,8 pulgadas con un diseño sin marco. Las novedades que se están avanzando sobre el nuevo teléfono de Apple que saldrá al mercado dentro de algo menos de un año, en otoño de 2017, están atrayendo además a muchos usuarios de Android, por lo que es de suma importancia que la compañía pueda abastecer esta demanda creciente y fidelizar nuevos