Sobre el Apple Watch han hecho numerosos estudios y muchos de ellos relacionados con la actual pandemia que sufre el mundo, la COVID-19. En este sentido la revista Jama Network Open muestra los detalles sobre la posibilidad que el Apple Watch o las pulseras Fitbit podrían proporcionar datos sobre los efectos a largo plazo de este nuevo coronavirus.
Ahora que nos encontramos con los malditos repuntes de contagios en nuestro país este tipo de estudios realizados en California, por un grupo de científicos del Scripps Research Translational Institute, añaden sin duda un valor a la lucha contra esta pandemia. El ensayo realizado desde el pasado 25 de marzo de 2020 hasta el pasado 24 de enero de 2021 incluyó más de 37.000 personas los resultados mostrados en Digital Engagement and Tracking for Early Control and Treatment (DETECT) mostraban posibles efectos a largo plazo de la enfermedad.
Los usuarios que participaron en el estudio y que llevaban en su muñeca un Apple Watch, una pulsera feet Fitbit o un dispositivo similar mostraban una detección más precisa de la enfermedad frente a todos aquellos que no utilizan ningún tipo de reloj o pulsera inteligente. Parece ser que la variación en los datos de pulsaciones y demás detectados por estos dispositivos son clave una vez nos contagiamos de COVID-19.
Sin duda el cambio es una vez superada la enfermedad y es que la frecuencia cardiaca en reposo varía si has pasado COVID-19 en comparación con otras enfermedades o gripes, además hay cambios evidentes en la movilidad de estas personas ya que suelen mostrarse menos activas que antes de pasar la enfermedad. Esto puede deberse claramente al cansancio o falta de aire que provoca el nuevo coronavirus. Aunque los estudios son concisos algunos investigadores siguen buscando respuesta a las preguntas sobre los posibles efectos a largo plazo que deja esta nueva enfermedad mundial.
