Tenemos otro capítulo más de la batalla judicial entre Apple y Qualcomm. Para quien no lo conozca, la firma de Cupertino está en trámites de reclamarle una buena suma de dinero a Qualcomm porque según el equipo de Tim Cook, esta ha estado cobrándole durante años una serie de royalties que en realidad no le pertenecían. Sin embargo, Qualcomm ha contraatacado desmintiéndolo y provocando una guerra de patentes que ha conseguido bloquear la venta del iPhone en países como Alemania.
Ahora estamos ante otra exigencia, Qualcomm reclama ahora 31 millones de dólares a la compañía de Cupertino en otro juego de patentes más, parece que esta guerra está aún bastante lejos de terminar.
Mientras que Apple pretendía hacer testificar en San Diego a Arjuno Siva, nos encontramos con que el mismo no acudió a su cita en el juzgado. La firma de Cupertino ha alegado que Qualcomm está presionando a los testigos, lo que da buena fe de las malas artes que los asesores jurídicos de las compañías de esta índole están dispuestos a hacer para ganar el caso (independientemente de si son los de Apple o los de Qualcomm). La realidad es que todo parece complicarse ahora para Apple.
Según CNET Qualcomm pretende ahora recaudar 31 millones de dólares por parte de Apple (el equivalente a 1,40 dólares por iPhone vendido) en atención a los dispositivos vendidos entre 2016 y 2017, más concretamente algunos modelos del iPhone 7 y el iPhone 7 Plus. Desde entonces Apple está fabricando los iPhone con los chips de Intel, lo que delimitaría en esas fechas las reclamaciones de Qualcomm indudablemente. Para solicitar ese dinero Qualcomm está alegando la violación de tres patentes que ayudan a la rápida conexión a internet de los teléfonos al encenderse, así como un conjunto de procesos que mejoran la velocidad de descarga y el consumo de batería. Mientras tanto, el juicio sigue su curso.
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