La desescalada comienza a llegar a su fin en territorio español y damos la bienvenida a la bautizada como nueva normalidad. Mientras tanto, decenas de países disparan sus cifras de contagios y muertes. En los países donde la movilidad comienza a ser como antes del inicio de la pandemia se han desarrollado aplicaciones para intentar rastrear los contactos entre las personas para que, en caso de que alguien de positivo, poder localizarlos rápidamente. Google y Apple han sido los creadores de la API que lo permite y que países como Italia, Polonia, Arabia Saudí o Alemania han implementado. Reino Unido también ha confirmado que utilizará esta API para su aplicación.
La app de rastreo de Reino Unido utilizará la API de Apple y Google
Actualmente, existen dos modelos de aplicaciones que rastrean los contactos en tiempos de esta pandemia por la COVID-19. En primer lugar, tenemos aplicaciones descentralizadas cuya base de datos está en el propio terminal del usuario. Sin embargo, hay otro tipo de aplicaciones que hacen uso de tecnología centralizada, cuya información se almacena en una misma base de datos y es desde esa base de datos desde donde se conectan las variables y se envían los avisos.
En el caso de la API de Google y de Apple hacen uso de una estrategia descentralizada que, según ellos, garantiza la privacidad y seguridad del usuario. El sistema nacional de salud de Reino Unido (NHS) ha hecho pruebas con los dos tipos de sistemas. Por un lado, haciendo uso de su propia tecnología para lograr una app centralizada y, por otro lado, haciendo uso de la API comentada anteriormente para probar la tecnología descentralizada.
Los resultados fueron que ninguna de las dos opciones es fiable al 100% como para asegurar la cuarentena obligatoria a un ciudadano, según los portavoces del NHS de Reino Unido. Es más, Matt Hancock, el secretario de salud de Reino Unido, atacó a Apple asegurando que Apple pone restricciones muy duras para el uso de su tecnología Bluetooth para apps de terceros y, por eso, el propio sistema del NHS ha fracasado.
Finalmente, fuentes cercanas a la dirección del NHS aseguran que se decantarán por la API de Google y Apple. Siempre y cuando su implementación se considere adecuada para su propósito. Es decir, que el coste-beneficio sea lo suficiente como para depender de una API externa. Sin embargo, se cree que la aplicación también sufriría una escalada en funciones comenzando con una test de síntomas y la posibilidad de solicitar un test.