En numerosas ocasiones las noticias sobre las malas ventas de los dispositivos móviles y sobretodo de los iPhone acaban con un buen «zasca» en las conferencias de resultados financieros, pero los analistas y aquellos que quieren que los números no le salgan a Apple siguen insistiendo en que las ventas no fueron como ellos pensaban y la empresa se va a pique...
Pues bien, entre los analistas especializados se dice ahora que los modelos que la compañía surcoreana presentó el pasado mes de febrero en el Mobile World Congress de Barcelona, los Samsung Galaxy S9 y S9 Plus, no estarían vendiendo las unidades esperadas llegando incluso a cifras tan justas como las conseguidas hace unos años con los Samsung Galaxy S3, que fueron más bien escasas.
Apple además le ganó con sus iPhone 8 y iPhone X
Todo suma y en este caso además de las buenas ventas obtenidas por Apple con sus iPhone X y iPhone 8, los smartphones chinos siguen siendo un duro rival para firmas como Samsung, que si bien es cierto no tienen nada que ver viendo su diseño o especificaciones todos ellos llevan Android. Esto es algo que llevamos tiempo viendo y es que para muchos potenciales clientes tener Android en un Huawei, Oppo o Xiaomi es lo mismo que en un Samsung S9 o S9 Plus y por tanto se lanzan a por el más económico.
Además de todo esto, Apple sigue siendo el peor rival por más que se rían de sus clientes en anuncios o por más que se ataquen en los juzgados. Los de Cupertino tienen a su favor un cliente fijo que cuando empieza a utilizar algo de la compañía «se contagia» y sigue comprando otros dispositivos hasta que lo tiene todo y no sale del ecosistema con su flamante iPhone como smartphone, esto con Samsung no pasa.
Los datos de la propia surcoreana en el segundo trimestre mostradas no son buenas, además muestran claramente que las ventas de estos dispositivos estrella no van como ellos querían a pesar de los 80 millones conseguidos por el global de ventas de los smartphones, tocará buscar soluciones pronto para alcanzar al resto de fabricantes. Los analistas y fuentes tan potentes como Reuters, anuncian malas ventas y esto se está convirtiendo en una bola demasiado grande que bien seguro le pasará factura a Samsung.
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