Rectificar es de sabios, ya lo dice el refrán. La compañía coreana Samsung no lo está pasando muy bien estos últimos meses, Tras el esperado lanzamiento del Samsung Galaxy Note 7, poco a poco los medios se fueron haciendo eco de las continuas explosiones que estaban sufriendo estos dispositivos, explosiones que se originaban principalmente cuando se estaba cargando el dispositivo, pero no siempre, según hemos podido ver en algunos vídeos que se colgaron en YouTube. A pesar de lanzar un programa de reemplazo, el problema seguía estando presente y Samsung se vio obligada a dejar de fabricar el dispositivo y ofrecer un programa para reemplazar el dispositivo con un Galaxy S7 Edge o bien la devolución del importe.
Samsung está haciendo todo lo posible para retirar el terminal del mercado, incluso ha comenzado a bloquear los dispositivos de forma remota para que los usuarios que siguen utilizándolo dejen de hacerlo. Mientras y para tratar de mejorar su imagen en Estados Unidos, el máximo responsable de Samsung en el país, ha publicado en los principales diarios americanos, una carta pidiendo disculpas a todos aquellos usuarios que depositaron su confianza en el terminal y que finalmente han sufrido problemas con él.
The Wall Street Journal, New York Times y Washington Post han sido los diarios seleccionados por la firma coreana para publicar esta carta de disculpas en la que destacan algunos párrafos:
Un principio importante de nuestra misión es ofrecer lo mejor de su categoría en cuanto a seguridad y calidad. Recientemente, nos quedamos cortos en esa promesa. Por este motivo queremos pedir disculpas a todos los usuarios. Vamos a volver examinar todos os aspectos del dispositivo, incluyendo todos los componentes de hardware, el software, el proceso de fabricación y la batería. Vamos a tratar de avanzar lo más rápido posible para tratar de obtener las respuestas a este incidente.
El máximo responsable de Samsung en Estados Unidos finaliza la carta afirmando que lo más importante es la seguridad, motivo que ha obligado a la compañía a tener que retirar todos los dispositivos existentes en el mercado y dejar de fabricar el modelo hasta que den con el problema de las explosiones de los terminales.