Desde hace meses los usuarios de iOS podemos disfrutar de Fortnite en nuestros dispositivos móviles, tanto iPhone como iPad. Un inicial sistema de invitaciones dio paso poco después a la entrada de Fortnite en la App Store sin restricciones y supuso una increíble fuente de ingresos para la desarrolladora del juego más famoso del momento, todo un fenómeno de masas hasta ahora nunca visto.
Epic, desarrolladora de Fortnite, prometió que pronto llegaría la versión para Android, y parece que la llegada del videojuego a la plataforma estaría ya a la vista, pero que no suenen las campanas, porque parece que el juego estaría limitado al Samsung Galaxy Note 9, un terminal que aún ni siquiera se ha presentado. El fabricante coreano habría pagado una millonada para que su terminal estrella del año se lance junto con el juego del año, y los compradores del nuevo terminal no sólo tendrían Fortnite en exclusiva, sino que también disfrutarían de algunos beneficios adicionales.
Según XDA Developers los compradores del nuevo Note 9 conseguirían skins exclusivos para Fortnite y beneficios en forma de monedas «V» (o simplemente pavos) por valor de unos $150. También parece que el juego incluiría algún tipo de control especial con el S Pen, el stylus del Galaxy Note 9.
Si tenemos en cuenta que Fortnite gana unos 2 millones de dólares diarios con su versión para dispositivos móviles (iOS y Switch) y que los potenciales compradores de Note 9 que jueguen a Fortnite no serán nada si lo comparamos con los millones de usuarios de Android en todo el mundo, la cantidad que Samsung habría pagado a Epic para esta exclusividad inicial puede ser astronómica. Según estos rumores sería sólo durante un mes este periodo de exclusividad, para después pasar al resto de terminales. Lo que no tenemos claro es qué terminales y qué versiones de Android podrán ejecutar el videojuego… Eso será otra historia.
Misma jugada que con HBO en sus televisores, si no puedes destacar por algo buen en tus productos pues tienes que joder a los usuarios de otras marcas a golpe de talón, por eso siempre serán unos segundones.