Ketchapp es una desarrolladora con una trayectoria larga en la App Store, aunque sin duda 2048 fue su mayor hit en lo que a descargas y repercusión se refiere. Ahora vuelven a la carga con Stack, un sencillo juego que, por otra parte, quizás os traiga algunos recuerdos a vuestra mente. Veamos el motivo.
Reminiscencias
Una de las cosas que más valoro a la hora de analizar un juego o aplicación es su originalidad. Es por ello que nunca fui fan de Gameloft a pesar de ser siempre líderes en gráficos para móviles, y por ese mismo motivo me resulta un poco decepcionante la puesta en escena de Stack.
Si te dicen que el juego es una extensión de Monument Valley podrías creértelo sin duda alguna, ya que desde el mismo momento que vemos el icono y lo pulsamos todo nos recuerda a la inolvidable obra de arte de ustwo. Los sonidos, el uso de los colores, la estética e incluso la introducción al juego son demasiado evocadores del fantástico juego lanzado hace un par de años en el iPhone y el iPad.
Cierto es que la mecánica de uno y otro juego nada tienen que ver, pero hay otra forma de hacer las cosas, máxime cuando la idea es buena y realmente adictiva.
El juego
Una vez hemos atizado con el mazo a Ketchapp por este plagio estético, hay que hablar del juego, y hay que hacerlo bien. Aunque pueda parecer fácil hacer un juego muy simple, realmente es complejo porque has de hacerlo adictivo con muy poco, algo que desde Ketchapp han logrado gracias también a su experiencia en este tipo de juegos.
El funcionamiento es tan sencillo como ir apilando bloques en una torre, con la característica diferencial de que si no acertamos al pulsar la pantalla en el momento exacto el trozo sobrante de bloque caerá, lo que irá acortando la torre hasta un punto en el que no podremos poner ningún bloque más y la partida finalice.
El juego corre perfectamente y responde perfectamente a las pulsaciones en pantalla, por lo que no nos costará calibrar el momento exacto para pulsar la pantalla. Eso sí, el detalle del anuncio in-game es un poco molesto, sobre todo cuando estamos acostumbrados a que la tendencia sea que los anuncios lleguen entre partida y partida pero no nos molesten ni rompan la estética del juego en mitad de la acción.