El reconocimiento facial como método de desbloqueo (no me atrevo a llamarlo medida de seguridad) ha sido una de las funciones más polémicas del nuevo Galaxy S8 de Samsung. El resultado han sido cientos de vídeos en las redes, desde el mismo día de la presentación, en los que podemos observar cómo desbloquean los dispositivos de la firma surcoreana utilizando cómo referencia una fotografía cualquiera del sujeto en cuestión. Pero parece que por primera vez va a ser Apple la que va a remolque en estos temas, pero… ¿lo hará mejor que Samsung de nuevo? Según las filtraciones de un trabajador, el sistema de reconocimiento facial de la compañía de Cupertino podría estar poniéndose en práctica en Pegatrón.
Business Insider ha vuelto a preguntarle a su fuente en Pegatrón (una de las principales plantas de manufacturación que trabajan con Apple) acerca de lo que se está preparando en la compañía de la manzana para el futuro. Ha aprovechado para hablar también acerca de los métodos de seguridad que Apple emplea con los trabajadores allí presentes. Todo apunta a que la compañía cuida con recelo qué tipo de trabajadores acceden a la fabricación de los nuevos modelos de sus teléfonos móviles:
Tenemos que pasar nuestra tarjeta, y también tienen un sistema de reconocimiento facial.
Por supuesto, los dispositivos electrónicos están terminantemente prohibidos dentro de la fábrica. Para ello utilizan detectores que se sitúan a la entrada, así como algunos «chequeos» son realizados de forma constante entre los trabajadores mientras están trabajando, asegurándose así de que no se llevan ninguno de los nuevos modelos con la intención de filtrarlo.
Cuando estaba produciendo el iPhone 7 ampliaron notablemente el nivel de seguridad. Había dos detectores de metal en las factorías, además, agudizaron la sensibilidad de los mismos para que no pasara absolutamente nada.
Por ejemplo, algunas chicas llevaban sujetadores que tenían elementos metálicos. Como cabía esperar, un día cualquiera, no pudieron pasar el arco de seguridad y tuvieron que volver para cambiarse.
Dejian Zeng, este ex-trabajador, ha dejado mucha más información. Por ejemplo, al estar la producción bastante segregada, pocos son los trabajadores que conocen realmente cuáles son todos los componentes del dispositivo, de hecho no serían capaces de montar uno entero.
Muchos trabajadores, cuando empiezan a producir no saben si habrá jack de auriculares o dos cámaras. Hay algunas cosas que podemos ver y recordar para después contárselo a los medios de comunicación, pero no siempre podemos verlo todo.
Apple, el secretismo y una seguridad ineficaz
Que a la compañía de Cupertino le ha gustado siempre mantener sus secretos bien a salvo es algo que todos sabemos, el problema radica en que desde hace muchísimo tiempo no se guardan prácticamente nada para el final. Sobre todo desde el casual encuentro de un periodista de Gizmodo con un iPhone 4 en un bar de carretera. Supuestamente, ese iPhone 4 se lo había dejado un empleado de Apple, pero hoy día es totalmente impensable que un empleado de la compañía de Cupertino campe a sus anchas por la calle con el prototipo de un nuevo teléfono de la compañía, ¿no?
Fue en 2010 cuando se sucedió la primera de las grandes filtraciones, pero no la última, el diseño del iPhone 6 por ejemplo, se conocía muchos meses antes de su lanzamiento, desde el mes de julio ya estábamos manejando maquetas sumamente parecidas a lo que sería más tarde. Lo mismo pasó con el Apple Watch e incluso con las últimas ediciones del iPad, no queda nada para la Keynote. Es cierto que esto resulta fantástico para nosotros los comunicadores, pero le quita un poco de magia al asunto de las presentaciones, prácticamente ya lo sabemos todo mucho antes de que llegue.
Apple se ha mostrado altamente ineficaz a la hora de resguardar sus secretos en los últimos años, y dentro de un mes ya comenzará el aluvión de prototipos del iPhone de 2017 que podrán tener una gran parte de acierto en cuanto al resultado final, y tú, ¿prefieres las filtraciones o que se dejen todo para el final?