Apple ha tenido una de las semanas «más interesantes» que recordamos en los últimos años, sin embargo, nos viene bien tener en cuenta precisamente que la inmensa mayoría de estas presentaciones se deben a productos digitales, de software o servicios, uno de los mercados donde más está creciendo precisamente la compañía de Cupertino.
En esta ocasión queremos de hablarte de la nueva Apple Card, una tarjeta de crédito con la que Apple pretende ayudarnos a gestionar nuestras finanzas y mejorar el rendimiento que le sacamos a nuestro dinero. Quédate con nosotros para descubrir todo lo que debes saber acerca de Apple Card.
Sin embargo y antes de que pasemos un buen rato hablando de los detalles, es importante conocer que esta tarjeta va a estar disponible en Estados Unidos de América principalmente, y que a pesar de que está pensada una expansión al resto del mercado, por ahora no está disponible en España o Latinoamérica, no obstante, es una buena opción ir conociendo este producto antes de que llegue a nuestro territorio para así estar bien informados acerca de él y recibirlo en buenas condiciones.
¿Qué es exactamente la Apple Card?
Básicamente nos encontramos ante una tarjeta de crédito, no tiene más complicación. Podrías incluso pensar que esta Apple Card en realidad es completamente digital, pero no es así, cuando das de alta tu Apple Card se realiza el envío de una tarjeta física. Esto resulta quizás un tanto contradictorio teniendo en cuenta que Apple es propietaria de uno de los sistemas de pago a través del teléfono móvil más popular del mundo, tanto es así que incluso dispone de su propia plataforma de pagos aceptada en multitud de tiendas online. Sin embargo, esta tarjeta física que te enviará Apple te permitirá realizar pagos en cualquier condición, si depender de la adaptación de los datáfonos, por ejemplo.
Esta Apple Card física que nos enviarán estará fabricada nada menos que en titanio, por lo que nos vamos a asegurar su durabilidad. Además, para personalizarla a cada usuario tendrá el nombre del usuario grabado, no impreso, por lo que será totalmente inalterable. Hasta aquí todo normal, ya que las tarjetas de crédito físicas deben contar con el nombre completo del usuario, la firma, una fecha de caducidad, su propia numeración y el código seguro que la vuelve teóricamente infranqueable. Pues no, la Apple Card física no contará con más datos que el nombre del usuario. Así de fácil vamos a poder disponer también de una tarjeta física con la famosa manzana mordida, qué irónico.
¿De qué proveedor es la Apple Card y dónde puedo usarla?
Para expandir la Apple Card, la compañía de Cupertino ha realizado un acuerdo con la famosa marca MasterCard, que junto con VISA y American Express es una de las más populares. Esto habrá dependido de los acuerdos comerciales más favorables para ambas empresas, por lo que no deberíamos extrañarnos en el caso de que estemos más familiarizados con VISA o con American Express como proveedores de este tipo de servicios. Por tanto, ahora viene lo importante, ¿dónde vamos a poder utilizar nuestra Apple Card?
La Apple Card es una tarjeta de crédito física, por lo que vamos a poder utilizarla en todos aquellos dispositivos de cobro implementados en las tiendas que acepten MasterCard, así como en los puntos de venta online que cumplan las mismas condiciones. Esta Apple Card incluirá como no puede ser de otro modo un chip NFC que nos permitirá sacar dinero en los cajeros adaptados a la tecnología contactless así como realizar pagos en los datáfonos compatibles, tal cual lo haríamos con nuestras tarjetas tradicionales. Para casos más extremos, la Apple Card cuenta también con su propia banda magnética.
¿Cómo puedo conseguir mi Apple Card?
Apple va a implementar un formulario de solicitud dentro de la aplicación Wallet, donde se integrará una vez aceptada y mientras nos mandan a su vez nuestra tarjeta física. Para ello simplemente debemos introducirnos en la aplicación Wallet de nuestro iPhone compatible y completar nuestros datos pulsando en la esquina superior derecha de la pantalla, donde vemos el botón «+».
Una vez realizado este formulario, y como no podía ser de otro modo, nuestro historial crediticio y de morosidad será comprobado para verificar si cumplimos los requisitos, por lo que quizás debamos esperar un poquito. A pesar de que Apple no ha dado demasiada información al respecto y asegura que el procedimiento no llevará «más de unos minutos», la realidad es que todos los productos de crédito de esta índole requieren un estudio previo, que posiblemente esté informatizado en base a las bases de datos como ASNEF disponibles en España, algo que ya sucede en las Apple Store cuando solicitas una financiación, en cuyo caso no se demora más de unos minutos saber si somos aceptados o no para ello.
¿Qué ventajas tiene la Apple Card?
Apple integrará gracias a la Apple Card un sistema de monitorización de nuestras finanzas donde podremos ver no sólo en qué gastamos el dinero, sino también cómo lo gastamos, para mejorar nuestra información financiera y sobre todo ayudarnos a ahorrar lo máximo posible. Esta es la forma en la que Apple quiere gracias a estas funciones de monitorización altamente parecidas a las de la aplicación «Actividad», demostrarnos cuánto puede ayudarnos a sacarle el máximo partido a nuestro dinero, pero además tiene algunas ventajas añadidas.
- Reembolso del 1% de todo lo que compres con la Apple Card física
- Reembolso del 2% de todo lo que compres con la Apple Card digital
- Reembolso del 3% de todos los productos Apple adquiridos con la Apple Card.
Este reembolso va a tener un límite diario que la entidad de crédito ajustará a las necesidades y posibilidades de cada usuario.
¿Cuál es la «letra pequeña de la Apple Card?
Como es obvio, este tipo de tarjetas conllevan responsabilidades, cuando tenemos saldo negativo, retrasos en el pago o incremento de cuotas por sobrepasar el límite de crédito vamos a pagar un interés que rondará entre el 13% y el 24% en función de la solvencia de cada usuario. Sin embargo, Apple asegura que no se impondrán sanciones económicas debido a estos retrasos más allá del interés devengado por la mora en el pago.