Como bien sabemos, la llegada de TSMC al elenco de empresas que fabrican hardware para Apple supuso un antes y un después para ambas compañías. De este modo la empresa de Cupertino pudo reducir notablemente su dependencia de Samsung, rival directo.
Tanto es así que muchos usuarios se percataron de que los procesadores fabricados por TSMC daban mejores resultados en autonomía que los de la compañía surcoreana. Ahora el beneficio de este tipo de actuaciones aflora, y TSMC prevé un aumento de un 10% en sus beneficios gracias al flamante iPhone X.
Este sin embargo no es el dato más relevante y simple que podemos obtener gracias al análisis de Reuters, y es que si leemos entre líneas llegaríamos a una conclusión bastante clara, Samsung se queda totalmente fuera de la fabricación de los procesadores del que va a ser el buque insignia más llamativo que Apple haya fabricado jamás. Todo ello podría tener mucho que ver con el hecho de que Samsung ha vendido a Apple sus paneles OLED para el iPhone X prácticamente a precio de oro, obligando a Apple a reducir de forma drástica el margen de beneficios, repercutiendo directamente en su precio final y el que pagarán los consumidores. Lamentablemente las pantallas de esa calidad tienen un precio, quizás comenzamos a entender por que Apple prefiere seguir desarrollando paneles LCD.
Sea como fuere, TSMC prevé un aumento importante de sus beneficios durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, coincidiendo así con la campaña de preventa y lanzamiento del iPhone X. No obstante, esto también puede tener su parte negativa, el stock del iPhone X se va a ver duramente afectado por este único proveedor, ya que dudamos que sea capaz de mantener el nivel de producción que encontraríamos con el apoyo de Samsung a la hora de fabricar. Sea como fuere TSMC se va a beneficiar notablemente del iPhone X, y sus procesadores tienen un rendimiento más que contrastado en dispositivos iOS.