Las patentes siempre son caldo de cultivo para que las grandes compañías entren en graves juicios mediáticos que acaparen la atención de los medios de comunicación. El último gran conflicto se encuentra en el Reino Unido donde Optis Cellular Technology ha demandado a Apple por utilizar tecnología relacionada con conexión a redes móviles cuyo precio ascendería a los siete mil millones de dólares. De hecho, Apple ha amenazado con hacer desaparecer todos sus productos de Reino Unido por ser una sentencia ‘comercialmente inaceptable’.
La amenaza de Apple de desaparecer de Reino Unido: ¿ilusión o realidad?
El relato se remonta varios meses atrás pero las últimas noticias llegan desde la Corte Suprema de Reino Unido. A finales del mes pasado, se notificaba a Apple que había infringido dos patentes de Optis Cellular Technology. Estas patentes contenían tecnología que permitía al iPhone conectarse a redes móviles 3G y 4G. Esta misma disputa tecnológica por patentes ya había sido juzgado en los Estados Unidos. Pero el juicio acabó por desestimarse porque el jurado estaba ‘técnicamente contaminado’. Meses después,Optis recurrió a Reino Unido para emprender de nuevo acciones legales por el mismo tema contra Apple.
El juicio continúa porque Apple se había negado a pagar las tarifas de licencia de las patentes que ascendían a los 7 mil millones de dólares. Esto es debido a que consideran que es ‘tecnología estandarizada’ en sus productos y no corresponde a ninguna patente de Optis. Sin embargo, Apple sigue en las mismas y no pretende pagar esa cantidad por una infracción que consideran no se ha producido.
Lo más crudo del caso es que la sentencia de la Corte Suprema de Reino Unido podría establecer una multa billonaria al cubrir todas las infracciones de las patentes en todo el mundo. Y realmente esto es lo que ha molestado en las oficinas de Cupertino que han amenazado con desaparecer de Reino Unido por suponer una sentencia ‘comercialmente inaceptable’.
Está claro que Apple no tiene intención de dejar de vender sus productos en Reino Unido. Pero lo que está claro es que una multa billonaria podría suponer un gran golpe en las filas de Cupertino. Además, la disputa podría extenderse a los juzgados de medio mundo.