Hace ya unos meses de que la Apple Card salió al mercado, una tarjeta financiera lanzada desde los headquarters de Cupertino vinculada a Goldman Sachs. Eso sí, solo se puede conseguir en Estados Unidos… Es una tarjeta de crédito normal como cualquier otra, aunque parece que trae consigo un problema… A los comercios no les gusta que sus clientes usen la Apple Card ya que la consideran una tarjeta ‘elite’. ¿Por qué se considera así? ¿denota la clase social del cliente una tarjeta como la Apple Card? Tras el salto os hablamos de un estudio que analiza el impacto de estas tarjetas en los comercios.
Y es que si hablamos de ello realmente tienen un impacto, pero es similar a lo que ocurre con tarjetas como la American Express. Y todo ello se basa en las comisiones que tienen que pagar los comercios a los bancos, extraído del estudio de Bloomberg:
Si un cliente usa una tarjeta Visa tradicional, el comerciante le debe al banco emisor $ 1.27 en tarifas de deslizamiento. Si el titular de la tarjeta lleva un plástico con la marca Visa Signature (considerada Elite como la Apple Card), la tarifa aumentaría a $ 1.75. Esa tarifa luego se divide entre la red, el procesador de pagos y el banco emisor.
Es cierto que ocurre esto, pero todo se debe al monopolio que tienen montado los emisores de tarjetas, y los propios bancos ya que consideran que los poseedores de estas tarjetas elite tendrían un mayor poder adquisitivo y por lo tanto gastarían más dinero en el comercio, por lo tanto repercuten al comercio una mayor comisión. Verdad o no, hay que analizar cada caso en cada país ya que al final todos funcionan de distinta forma en base a las condiciones de cada banco. Veremos a ver si la Apple Card se lanza en más países, y veremos también si se acepta en los comercios de estos.