Vivo copia sin pudor la interfaz de iOS 26

Vivo Liquid Glass

Apple presentó hace apenas un mes iOS 26, una versión que no solo trajo novedades en funciones, sino un rediseño visual que marcó un antes y un después. El nuevo estilo, conocido como “Liquid Glass”, introdujo efectos de vidrio, transparencias, bordes redondeados y una fluidez visual que convertía la interfaz en algo casi orgánico. Pero lo que pocos esperaban es que, tan solo días después, una marca como Vivo presentara su nueva capa OriginOS 6… con un aspecto que parece una fotocopia.

Las redes no tardaron en reaccionar, y con razón. Basta con ver las primeras imágenes del sistema de Vivo para darse cuenta de que hay algo más que “inspiración”. El reloj flotante con efecto translúcido, los iconos redondeados con sombras suaves, las carpetas semitransparentes o el dock con reflejo de vidrio son prácticamente idénticos a los de iOS 26. Incluso los fondos animados recuerdan a los llamados Spatial Scenes de Apple, con movimientos que responden al giro del dispositivo. Todo tiene ese aire de “Apple por fuera, Android por dentro” que resulta tan evidente como polémico.

Es cierto que en diseño digital las tendencias se contagian rápido. Apple marca el camino, y muchos fabricantes Android tienden a adoptar parte de su lenguaje visual. Pero en este caso, la línea entre inspiración y copia se ha cruzado de forma descarada. OriginOS 6 no se limita a evocar la estética de iOS 26: la imita. Y eso tiene consecuencias. La primera, una pérdida de identidad. Cuando una marca apuesta por un estilo que no parece propio, transmite inseguridad y falta de dirección. Lo segundo, una inevitable comparación constante con Apple, que nunca juega a favor del imitador.

Más allá del debate estético, hay un reto técnico que no se puede pasar por alto. Los efectos de vidrio y las transparencias de iOS 26 no son solo un adorno: están optimizados para que no afecten al rendimiento ni a la batería. Si Vivo no logra el mismo equilibrio, podría convertir su intento de “modernidad” en una pesadilla para los usuarios, con animaciones lentas o consumo excesivo. Es fácil copiar el aspecto visual, pero mucho más difícil replicar la experiencia fluida y coherente que Apple lleva años puliendo.

Por otro lado, también hay una lectura interesante sobre cómo el diseño de Apple sigue marcando el rumbo del mercado. Cada vez que la compañía da un paso estético importante, el resto de la industria se reacomoda. Lo vimos con el notch, con los bordes planos del iPhone 12, y ahora con el lenguaje “Liquid Glass”. La diferencia está en el grado de sutileza con que otros fabricantes reinterpretan esas ideas. En este caso, Vivo ha optado por lo más fácil: copiar directamente lo que funciona, sin aportar nada nuevo.


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