Internet lleva cerca de dos horas en el más absoluto caos al haberse ‘caído’ WhatsApp, la plataforma de mensajería por excelencia del mundo occidental. No es la primera vez que sucede, pero sí es una de las que más ha durado y más territorio parece haber afectado de cuantas tenemos constancia en los últimos tiempos. ¿El resultado? Locura en las redes sociales con miles de usuarios preguntando por qué demonios ya no podían enviar sus mensajes.
Pasadas las 22:30 los primeros usuarios comenzaron a reportar fallos en la plataforma, que se fueron extendiendo progresivamente por casi la totalidad de Europa, América, Canadá y otras localizaciones a nivel mundial que dejaron de recibir señal por parte de la empresa propiedad de Facebook. En estos instantes, a las 0:45 hora peninsular española, el servicio parece tener intermitencias, funcionando a ratos y según en qué punto del país se encuentre uno. Hasta donde sabemos, esto se replica en el resto de países afectados.
WhatsApp, vuelve, te necesitamos
Es en estos momentos de crisis cuando aplicaciones como Telegram aprovechan para coger fuelle e incrementar su base de usuarios con esas personas que necesitan cubrir imperiosamente sus deseos de comunicarse a través de su smartphone. Aún así, aunque esto supone pequeños puntos a favor de estas apps que continúan funcionando cuando WhatsApp falla, la batalla contra el gigante de la mensajería instantánea está perdida debido a la enorme base de usuarios con la que ya cuenta, haciendo casi imposible una hipotética situación en la que los usuarios se cambiasen de plataforma de forma masiva.
Lo único que podemos hacer en este momento es armarnos de paciencia y esperar a que el servicio termine por restituirse del todo, lo cual no debería tardar en exceso teniendo el cuenta el equipo de personas que ahora mismo estarán trabajando en ello. De hecho, el propio Mark Zuckerberg anunciaba hace unos minutos a través de su cuenta de Facebook que se encontraban manos a la obra.
Así que, ya sabes, si aún estas experimentado algún tipo de problema, ¡no entres en pánico!
