Con la entrada de 2016 a menudo sucede lo de «año nuevo, vida nueva», o no. El valor en bolsa de Apple ha caído interanualmente por primera vez desde nada menos que el año 2008. Aunque la caída no es intensa ni representa un motivo por el que preocuparse en las oficinas de Cupertino, si bien es cierto que su valor ha caído un 4,64 por ciento en referencia al año pasado a fecha del primer día de enero. El porcentaje es minúsculo, pero con el buen ritmo que lleva la compañía desde casi la última década, es noticia esta leve caída en su valor.
No obstante, pese a que la cantidad porcentual es mínima, esto ha supuesto una caída de beneficios de 600.000 dólares y una pérdida de valor total de 1.000 millones, pasando de tener un valor empresarial de 57.000 millones de dólares este año 2016, cuando lo dejó el año pasado por estas fechas en 58.000 millones. La verdad es que la variación nos parece mínima, pero si pensamos las cosas que se pueden hacer con esa cantidad de dinero, nos produce una extraña sensación de vértigo indescriptible. El dinero que manejan las grandes empresas afecta a muchos ámbitos de la sociedad general, estas cifras tan estratosféricas pueden sorprender a cualquiera.
No obstante, según ha informado Reuters a través de sus trabajos de investigación, el 83 por ciento de los brokers le dan el visto bueno a las acciones de Apple y no recomiendan en absoluto venderlas aún. Está claro que esto rodea a los vaticinios de las caídas de ventas del iPhone 6s, pero no es en absoluto una noticia alarmante ni sorprendente. Este año será un poco clave, como lo es cada año que el iPhone cambia de número y abandona la «s», puesto que nos vamos a pasar todo el año pendiente del nuevo iPhone, dejando un poco más de lado los dispositivos de Apple.