Los AirPods son famosos, ante todo, por la facilidad de uso que ofrecen a los usuarios. Y es que pocos auriculares vamos a encontrar que podamos emparejar y utilizar tan fácilmente con nuestros dispositivos. Sin embargo, para ofrecer estos resultados Apple tiene que trabajar duro y patentar sistemas como el que vemos a continuación. Ayer conocíamos que la compañía de Cupertino lleva trabajando en los AirPods nada menos que desde el año 2015, época a la que se remonta esta patente que nos muestra ligeramente cómo funciona el sistema de emparejamiento de los AirPods que los hace tan especiales.
Como nos podíamos imaginar, la caja de los AirPods cuenta con su propio procesador, su memoria y una interfaz de comunicaciones que imaginamos está basada en la tecnología Bluetooth y NFC por completo, esa es la razón por la que los AirPods son totalmente compatibles con cualquier dispositivo con tecnología Bluetooth, no con tecnología NFC, ya sabemos que Apple tiene este sistema bastante restringido.
El botón que incluye la caja de los AirPods nos permite que los auriculares se emparejen automáticamente con cualquier dispositivo conectado a iCloud que tenga la misma Apple ID. En el caso del emparejamiento con dispositivos que no sean Apple, va a ser necesaria la introducción de un PIN para verificar la seguridad de la conexión.
Cada uno de los auriculares cuenta con un módulo de memoria para la información Bluetooth así como una dirección MAC propia, lo que los convierte en dispositivos Bluetooth independientes.
En el gráfico de la patente también podemos ver cómo Apple determina a uno de los AirPod como el primario, el que se comunica con el otro AirPod a modo de enlace. De este modo, el secundario recibe las señales de audio directamente desde el primer auricular. Gracias a esta última patente hemos podido conocer un poco más de lo que son los AirPods, aunque ciertamente nos lo imaginábamos.