Termina 2015 y comienza 2016, así que no es una mala fecha para hacer una parada y mirar hacia atrás. Ha sido un año en el que Apple ha estrenado una nueva categoría de producto que antes nunca había fabricado. Pero no nos podemos quedar con este único producto porque también ha renovado otras categorías con nuevos productos que marcarán el camino a seguir durante los próximos años. El Apple Watch, el iPad Pro, el Apple TV 4G, el MacBook… las apuestas de Apple por los nuevos productos han convencido a muchos, han defraudado a otros, pero no han dejado indiferente a nadie. Se ha llegado a acusar a Apple de que ha tenido un año «Beta» porque no ha lanzado nada que esté acabado.
Nuevos productos «inacabados»
Algunos han acusado a Apple de lanzar productos que aún no están terminados. Obviamente todo dependerá de cuándo se considera, o mejor dicho, cuándo cada uno considera que su producto está terminado. El Apple Watch se lanzó con muchos problemas de disponibilidad. Aunque no sabemos las cifras de ventas del reloj, porque Apple se empeña en no ofrecerlas, parece ser que la demanda fue muy superior a la esperada por la compañía, por lo que no pudieron hacer frente a todas las solicitudes y realizaron un lanzamiento escalonado que tardó en extenderse por todo el mundo.
A pesar de estos problemas, el número de aplicaciones para Apple Watch fue creciendo rápidamente, y poco después se lanzó la que tenía que haber sido para muchos la primera versión de su sistema operativo: watchOS 2. Apple lanzaba una actualización que ofrecía nuevas posibilidades a los desarrolladores como las aplicaciones nativas y el acceso a los sensores del reloj.
De algo similar se le acusa al nuevo Apple TV 4. Diseño muy similar a su predecesor, pero un concepto completamente diferente de televisión con las aplicaciones como principal protagonista. ¿Otro producto inacabado? Según algunos sí, porque no tiene el servicio de televisión en streaming que Apple iba a lanzar. Ese servicio nunca ha sido ni siquiera insinuado por la propia Apple, pero ya se le acusa de fracaso por no conseguirlo a tiempo. El nuevo dispositivo multimedia de Apple ya cuenta con más de 2600 aplicaciones compatibles, algunas de ellas realmente extraordinarias, y no llega a 2 meses desde su lanzamiento.
El nuevo MacBook también fue origen de muchas críticas para la compañía, fundamentalmente por su decisión de eliminar todos los conectores y dejar sólo uno. Un USB-C que te sirve para todo, desde ponerlo en carga hasta conectar un disco duro o una pantalla externa. Una autonomía que te da de sobra para pasar el día sin tener que colocarlo en carga, una excelente pantalla Retina y una potencia más que suficiente para realizar con soltura las tareas para las que está diseñado (dudo mucho que nadie que necesite usar Final Cut Pro se compre este ordenador) en sólo 920 gramos de peso no fueron suficientes para convencer a quienes, sin ni siquiera haberlo probado, criticaron su escasa potencia debido al procesador Intel Core M.
La última gran apuesta del año ha sido el nuevo iPad Pro. Un nuevo concepto de Apple, según muchos demasiado continuista con la versiones anteriores, que trata de dotar al iPad de las herramientas necesarias para que los usuarios comiencen a plantearse la posibilidad de cambiar su portátil por este nuevo tablet. Su gran tamaño y la enorme potencia de su procesador, así como la calidad de su pantalla y el nuevo Apple Pencil que lo complementa dejan el terreno muy allanado para conseguirlo, pero sigue contando con la enorme limitación de tener iOS como sistema operativo. Sí, es cierto que las aplicaciones han mejorado mucho, que ya se cuenta con excelentes aplicaciones profesionales para iOS, pero aún es un catálogo muy escaso y además sus funciones no llegan a las de sus equivalentes de escritorio. Fuera del sector del diseño gráfico y la música el iPad Pro aún no se ve como un producto que realmente pueda hacer frente a un buen portátil.
La misma película de siempre
¿Alguien se acuerda del iPhone original? Ese smartphone que cambió el concepto de los teléfonos inteligentes y que ahora es uno de los productos de más éxito de todos los tiempos. Su primera generación, lanzada en 2007 carecía de conectividad 3G, no podía enviar MMS y además no disponía ni siquiera de una App Store para poder instalar aplicaciones. No tenía ni siquiera la opción de «copiar y pegar», por no hablar de sin un sólo juego en su catálogo de aplicaciones preinstaladas. Pocos ahora se acuerdan de las carencias que tuvo el primer smartphone de Apple.
Tampoco es nuevo el que se le acuse a Apple de estar intentando abarcar demasiados productos, como ahora algunos se empeñan en hacernos creer. No nos olvidemos de que Apple en otra época incluso tenía una gama de impresoras para sus ordenadores, por no hablar de su videoconsola, Apple Pippin, lanzada en 1995 por $599. Incluso se le cuestionó el lanzamiento del primer iPod. ¿Alguien duda de que el iPod ha sido uno de los productos estrella de la compañía durante años? Pues la primera generación fue muy criticada y eran muchas las personas que pedían a Apple que se centrara en lo que siempre ha hecho y abandonara los «juguetes» para el consumo masivo.
Sí, puede ser cierto que las primeras generaciones de productos de Apple tienen sus carencias, creo que es algo que todos debemos admitir, seamos más o menos fans de la compañía. También es cierto que muchas veces las expectativas que nosotros mismos creamos con los rumores luego hacen que el producto final no cumpla con la gran expectación creada. Pero también hay algo muy claro: como casi siempre esa frase lapidaria de «Esto con Jobs no pasaba» es rotundamente falsa. Apple siempre ha hecho lo mismo, y de momento no se le puede decir que le haya ido tan mal.