Una de las características más llamativas y al mismo tiempo desconcertantes que vamos a recibir con el nuevo iPhone 8 es precisamente el hecho de que vayan a sustituir el TouchID por un detector facial láser que trabajaría incluso en condiciones de oscuridad absoluta. Parece que una vez más desde Cupertino tienen la intención de revolucionar el modo en que accedemos a nuestro iPhone y realizamos actividades que requieren un plus de seguridad.
Pero todo este hardware tiene que fabricarlo alguien, no nos cabe duda. Apple ha empezado a movilizar a la empresa seleccionada que ha dado rienda suelta a la entrega de los primeros pedidos. Pocas cosas hay tan rentables en la actualidad como ser proveedor de Apple.
Tanto es así que según LoupVentures el iPhone 8 llegará efectivamente en septiembre de la mano de los que serían los modelos «S» de esta última generación de iPhone, ante los que también se vaticinan ligeros cambios en materia de diseño, al menos en cuanto a los elementos utilizados en su fabricación como el cristal o el aluminio pulido.
Lumentum ha sido la empresa seleccionada por Apple que durante el mes de junio recibió un encargo de cinco millones de dólares, pero esto no es sin duda lo más interesante, nos quedamos con el hecho de que según sus cuentas, la empresa ha recibido un encargo para el último trimestre de 2017 que representaría 200 millones de dólares, algo así como el 20/30% de la capacidad total que la empresa puede soportar, por lo que se comportaría casi como un fabricante para la compañía de Cupertino, y es que pocas cosas le gusta más a Apple que tener atados y bien atados a sus proveedores. En definitiva, seguiremos esperando acontecimientos, pero una vez más se filtran de sobremanera todas las características y diseños de un iPhone de forma demasiado previa a su lanzamiento.