Todos los análisis de los nuevos iPhone destacan la cámara y la batería como las grandes mejoras de estos modelos que Apple acaba de lanzar, pero no nos podemos olvidar de que un elemento tan fundamental como la pantalla también ha tenido importantes mejoras, tantas que ha sido calificada por DisplayMate como la mejor pantalla del mercado.
Un mayor brillo, mejor visión lateral, una eficiencia mejorada que se traduce en mayor autonomía, una precisión de color prácticamente perfecta y menos reflejos en pantalla se traducen en que la pantalla es objetivamente mejor que la del «viejo» iPhone XS Max, y desbanca al Samsung Galaxy Note 10+ que ocupaba esta privilegiada posición hasta ahora.
La pantalla es un elemento fundamental en un smartphone, como refleja el hecho de que ocupa prácticamente toda la superficie frontal del mismo. Disfrutar de tu contenido multimedia, de los juegos o leer texto son buena parte de las acciones que realizamos con nuestro smartphone, y dependen directamente de la calidad de su pantalla. El problema es que hemos llegado a un nivel en el que las pantallas son tan buenas, que muchas veces es difícil poder apreciar algunas de las mejoras. Sin embargo, a la vez que esto ocurre, cada vez es más difícil mejorarlas, de ahí el mérito de que el iPhone, año tras año, tenga mejor pantalla. Además, no nos olvidemos de que la pantalla es la responsable de la mayoría del consumo de batería cuando usamos nuestro teléfono, de ahí que su eficiencia sea clave.
Los puntos clave que Display Mate menciona en su análisis son los siguientes:
- La resolución del iPhone 11 Pro Max llega a 2.7K FullHD+ con 458ppp. Es inútil aumentar la resolución de un smartphone a partir de este nivel, y las pantallas 4K en estos dispositivos son una mera estrategia comercial que no tiene ningún tipo de repercusión en cómo la ve el ojo humano.
- La pantalla de estos nuevos iPhone dispone de un sistema de manejo automático de colores que selecciona en cada momento la gama cromática más adecuada en función del contenido que se está mostrando en pantalla, por eso las imágenes aparecen siempre con el color correcto, ni sobre saturadas ni todo lo contrario. Esta es una característica que el resto de fabricantes debería incorporar a sus dispositivos.
- La pantalla del iPhone 11 Pro Max está calibrada desde fábrica para la mejor precisión en cuanto a color y contraste. Esta precisión absoluta del color es realmente impresionante, con una precisión de 0.9 JNCD para sRGB y 0.8 JNCD para DCI-P3 (usada en televisores UHD 4K y Cine digital). Esto significa que son prácticamente perfectas.
- Este nuevo iPhone dispone de un elevado brillo de pantalla y una baja reflectividad, lo que permite que tenga un alto rendimiento incluso en ambientes muy luminosos. Alcanza de forma habitual los 820 nits, que es el doble de lo que tienen la mayoría de smartphones de alta gama, pero llega a picos de 1290 nits cuando se visualiza contenido HDR, calificado por DisplayMate como impresionante.
- La pantalla del iPhone mejora su eficiencia en un 15% respecto al iPhone XS Max, lo que significa que consume menos batería.
Adivinen quien fabrica las pantallas… Samsung….