Si el FBI gana el pulso que mantiene en la actualidad con Apple, los usuarios perderemos nuestra privacidad ante las fuerzas de la ley y, lo que es peor, ante los hackers. Esto es algo que Apple, como otras muchas compañías, no ve con buenos ojos y podría motivar que algunas empresas importantes del país huyeran a otro estado en donde puedan seguir desarrollando software seguro. Eso es lo que ha escrito Lavabit, una antigua compañía de seguridad.
El candidato presidencial Donald Trump no esconde su deseo de que Apple colabore con las fuerzas de la ley y hasta ha llegado a prometer (aunque dudo que pudiera cumplir con su promesa) que Apple fabricará sus dispositivos en los Estados Unidos si es elegido preseidente. Si se cumplen los peores presagios, según Lavabit, las compañías harían lo mismo que han hecho Edward Snowden, Julian Assange, Kim Dotcom o la web de Torrents The Pirate Bay: buscar un alojamiento que les permita operar con total libertad.
El FBI terminaría haciendo daño a los Estados Unidos
En el escrito presentado, Lavabit dice que el FBI intentó obtener una clave de cifrado privada de su compañía antes que cerrara, algo que sucedió en 2013 por las filtraciones de Edward Snowden. Esta clave debía «interceptar, descifrar, inspeccionar y modificar (tanto intencionadamente como por accidente) todas las conexiones entre Lavabit y el mundo exterior» y afirman que «El Gobierno busca ahora [la misma] asistencia extraordinaria por parte de Apple, lo que desarticula el propósito de la All Writs Act y compromete innecesariamente la propiedad intelectual de una empresa privada que no se ha implicado, de ninguna manera, con el delito investigado«.
Lavabit cree que la petición del Gobierno es ilegal, pero no sólo eso. También cree que podría dañar la reputación de Apple, puesto que los usuarios nunca podríamos estar seguros de si al actualizar estamos instalando una nueva herramienta de espionaje. Por si fuera poco y quizá el punto más importante de los que detalla Lavabit, las compañías que proporcionan dispositivos que usen algún tipo de cifrado podrían huir del país.
Esta manera de proceder podría resultar en muchos negocios moviendo sus operaciones a alta mar para dificultarle a las fuerzas de la ley obtener cualquier tipo de ayuda.
De hecho, compañías como Silent Circle, ProtonMail o Tutanota han salido de EEUU por sus política de privacidad. Yo creo que es difícil que Apple salga del país donde dio sus primeros pasos, pero todo es posible. La seguridad y privacidad son dos de las razones puntos por las que compramos sus dispositivos y, si dejan de ofrecerlas, podríamos buscarnos alternativas, por lo que la compañía que dirige Tim Cook vería como sus beneficios bajan. En mi opinión, el Gobierno terminará cediendo. Si no es así, a lo mejor vemos como Apple se muda a Australia, quién sabe.