Las autoridades francesas reabren la polémica acerca del entorno fiscal de Apple, y es que parece ser que Apple ha hecho negocios de dudosa legalidad, lo que conllevaría una multa por valor de 422 millones de dólares, ya que sus cuentas podrían no ser del todo limpias. Ya conocemos que Apple dispone de muchos sistemas de optimización fiscal que generan una ingente cantidad de dudas, de hecho, pueden provocar hasta «errores» que den como lugar a sanciones administrativas, como ha sucedido en el caso de la gestión de los impuestos de la compañía de Cupertino en Irlanda, su puente de entrada y salida de Europa y por el cual recibía un trato diferenciado y preferencial evidentemente ilegal.
Según el diario francés Le Monde, Apple ha justificado y pagado en Francia un total de 69 millones de euros, una cantidad irrisoria si tenemos en cuenta los beneficios que ha podido generar el gigante norteamericano. De tal modo, las autoridades financieras francesas están investigando los años 2011, 2012 y 2013. Según las fuentes oficiales procedentes del gobierno francés, los años 2014 y 2015 han sido recientemente auditados y los resultados han sido satisfactorios. Así es como está el entorno financiero de la compañía de Cupertino en Europa, y es que después de lo de Irlanda, parece que todos los Estados pegarle un bocado a la manzana.
Mientras tanto, Apple «se hace la sueca», nunca mejor dicho, y es que ha indicado que jamás ha sido notificada al respecto por las autoridades francesas. No obstante, sabemos que Apple le gusta jugar al ratón y al gato, todo justo cuando Tim Cook empieza a hacerle ojitos a Donald Trump, ya que el futuro presidente de Estados Unidos de América prometió bajar el impuesto de repatriación de activos financieros del 30% actual a un 10%, lo que haría que empresas como Apple transfirieran todo su capital desde Europa y otras zonas directamente a Estados Unidos.