Lavado de manos, mucho más importante de lo que puede parecer

Apple introdujo en la pasada WWDC una nueva característica para su Apple Watch mediante la actualización a watchOS 7: la autodetección del lavado de manos. A pesar de que muchos no valoran esta novedad, puede influir muy positivamente en nuestra salud.

La llegada de watchOS 7 trae consigo una nueva función en nuestros Apple Watch. El reloj será capaz de detectar automáticamente cuándo nos lavamos las manos, y comenzará una cuenta atrás que mediante sonidos y vibraciones nos indicará el momento adecuado para finalizar ese lavado. Los sensores del Apple Watch detectarán los movimientos de nuestras manos al lavarnos y serán los encargados de monitorizar si esos movimientos son adecuados y durante el tiempo correcto (20 segundos). Tras leer comentarios en chats y redes sociales ha ocurrido lo esperado: muchas personas desprecian esta novedad por considerarla tan obvia que llega a ser inútil. Tristemente el lavado de manos no está ni tan extendido ni tan bien realizado como para poder pensar eso.

Un poco de historia

Cuando alguien imagina el lavado de manos, seguramente se le pasará por la cabeza la imagen de un cirujano lavándose las manos cuidadosamente antes de entrar en quirófano, para después colocar sus manos hacia arriba y que alguien le coloque los guantes. Esta imagen tan repetida en series y películas no lleva tanto tiempo entre nosotros. No fue hasta 1847 cuando gracias a Ignaz Semmelweis el lavado de manos se convirtió en un paso esencial antes de cualquier intervención médica. En esa época muchas mujeres enfermaban tras el parto con la «fiebre puerperal», un cuadro infeccioso muy grave que provocó la muerte de muchas mujeres, incluso en los mejores hospitales con los cuidados médicos más avanzados de la época.

Lavado de manos antes de explorar a una paciente. Centro Semmelweis (Austria)

El Doctor Semmelweis separó su maternidad en dos partes: una asistida sólo por matronas y otra sólo por médicos. Observó que la mortalidad de las mujeres por fiebre puerperal fue mucho mayor en la parte asistida por los médicos. ¿Cuál era el motivo de esta diferencia? Después de estudiar muchas variables encontró la causa. Los médicos por la mañana realizaban prácticas con los cadáveres ayudando y enseñando a los estudiantes de medicina. Por la tarde atendían a los partos de las mujeres en el hospital. Entre una actividad y la otra no se lavaban las manos. Hoy nos puede parecer algo asombroso, pero en esa época aún no se conocía nada sobre cómo se transmitían las infecciones.

Una medida tan básica como obligar a los médicos a lavarse las manos con una solución clorada antes de cada exploración, además de los instrumentos médicos utilizados, lo cual supuso una reducción drástica en la mortalidad por fiebre puerperal. A pesar de que sus estudios fueron concluyentes, tanto la sociedad médica de su época como su propio hospital no apoyaron esta medida.

Un problema que aún persiste

No veamos esta situación de 1847 como algo completamente superado. El lavado de manos sigue siendo una de las medidas que evitarían más casos de enfermedades en todo el mundo. En algunos lugares porque no pueden, en otros porque no quieren, las manos siguen siendo el principal agente responsable de la mayoría de infecciones que sufrimos a lo largo de nuestra vida. No nos olvidemos de que nuestras manos nos sólo tocan nuestra cara, boca, ojos… sino que tocan las manos de otras personas, los alimentos que comemos y cocinamos, o elementos que después tocan otras personas con sus manos. Se estima que el porcentaje de personas que se lava las manos después de ir al baño es del 19%, con eso lo he dicho todo.

Lavarse las manos con jabón podría evitar un tercio de las diarreas que sufren los niños en todo el mundo, y una de cada cinco neumonías. El lavado de manos con agua y jabón en los colegios evitaría un gran porcentaje del absentismo escolar. Y sí, insisto, con agua y jabón, porque la mayoría de personas que se lavan las manos lo hacen únicamente con agua. El lavado de manos también ayudaría a reducir las resistencias antibióticas, uno de los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día en la medicina moderna, ya que al reducirse la incidencia de enfermedades infecciosas, se reduciría paralelamente el uso de antibióticos.

Nos tienen que enseñar a lavarnos las manos

Por eso esta función del Apple Watch es tan importante. Después de varias semanas usando la Beta de watchOS 7 yo mismo me he dado cuenta de que en casa me lavo las manos peor que en el trabajo. El Apple Watch emite un sonido cuando detecta que te lavas las manos, y otro sonido junto a una vibración cuando han pasado los 20 segundos recomendados que debe durar el lavado. Mientras que en el trabajo no me costaba ningún trabajo cumplirlo, sí me he dado cuenta de que en casa mis lavados eran muchos más cortos, y no debería ser así. Para lavarse las manos hay que aplicar jabón y frotarse no sólo las palmas de las manos, también el dorso, entre los dedos y bajo las uñas. Estos movimientos se deben repetir durante 20 segundos, y no se incluye el secado de manos, obviamente.


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