Sí, apenas llevamos un mes con los nuevo siPhone pero ya se habla de las características que podrían tener los modelos que Apple nos presente en 2020, y una de ellas podría ser una nueva pantalla con una tasa de refresco de 120Hz. Ya existen productos de Apple con este tipo de pantallas, en concreto los iPad Pro, pero esta sería la primera pantalla OLED con 120Hz ya que los iPad montan pantallas LCD.
Y es que en estos momentos ya hay modelos de alta gama con pantallas que llegan a los 90Hz (incluso algún modelo de 120Hz podemos encontrar), de modo que a Apple ya se le empieza a exigir que sus excelentes pantallas ProMotion de los iPad con 120Hz lleguen a los iPhone, con todas las mejoras que eso supone.
La tasa de refresco de la pantalla consiste en cuantas veces por segundo se actualiza el contenido que se muestra en la misma. Los smartphones suelen tener pantallas de 60Hz, lo cual quiere decir que en un segundo la pantalla se actualiza 60 veces. No se debe confundir con los FPS (frames por segundo), aunque están relacionados. Un vídeo o un juego a 60fps quiere decir que muestra 60 imágenes en cada segundo. Si una pantalla tiene 60Hz y el contenido 60fps, todo encaja a la perfección y el resultado es de mayor fluidez. Si la pantalla tiene 60Hz y el contenido 30fps, el dispositivo tiene que duplicar cada imagen (30×2=60) lo cual se traduce en menor fluidez.
En este momento hay muy pocos contenidos a 90fps, mucho menos a 120fps, por lo que para visualizar contenido multimedia o jugar, los 60Hz de las pantallas son más que suficientes. A medida que las pantallas de 90Hz y 120Hz vayan proliferando, los desarrolladores irán adaptando sus juegos para sacar el máximo provecho de ellas, pero de momento no es el caso. Sin embargo, sí que se nota de forma evidente al hacer scroll en una página web o por los menús de una aplicación, ya que al actualizarse la pantalla más veces por segundo, el resultado es de animaciones y movimientos mucho más suaves, sin saltos.
Tampoco nos podemos olvidar de algo importante. Lo primero es que para «mover» bien juegos a 60fps o más, hace falta un buen hardware. Lo segundo es que el consumo de batería aumenta, por el trabajo que provoca tener que procesar esos contenidos y porque la pantalla se refresca más veces y por lo tanto consume más batería.