La dependencia del iPhone en cuanto a los ingresos en la compañía de Cupertino es peor. Los que llevábamos un tiempo en esto ya teníamos una ceja levantada al ver que la compañía de Cupertino empezaba a expandir quizás incluso en exceso su catálogo más allá de los ordenadores, los teléfonos inteligentes y las tabletas. Nos encontramos relojes, auriculares de todo tipo y mucho más. Una vez más Apple ha demostrado que sabe hacia dónde dirigir sus esfuerzos y los beneficios producidos por los wearables son una muestra de ello.
Si bien los servicios como iCloud, Apple Music o Apple TV+ empezaban a ser una piedra angular en cuanto a ingresos en la compañía de Cupertino, su ecosistema de «accesorios» o dispositivos que dependen del iPhone se ha vuelto cada vez más interesante. Mientras que en términos generales la compañía ha experimentado un crecimiento en beneficios netos del 6,2% con respecto del año pasado, la facturación creció también un 3%, algo que ha contentado mucho a los inversores. Sin embargo, algo que quizás los vuelve más felices todavía es saber que Apple cada vez tiene menos dependencia del iPhone, y eso es bueno para la compañía y para sus planes de futuro.
Las ventas de wearables han crecido un 16,6% con respecto del año pasado, justo detrás del 22,5% interanual que ha ofrecido el sector de los servicios. Esto ha amortiguado necesariamente la caída de ventas de hardware que ha sufrido la compañía de Cupertino y que hicieron bajar el precio de las acciones ligeramente los días posteriores a la publicación de los resultados financieros. La verdad es que cada vez se ven más AirPods y más Apple Watch y esto no sólo reafirma a estos productos como un verdadero éxito, sino que certifica que la apuesta de Apple por este tipo de productos tiene sentido en el mercado.