Por qué el nuevo Surface Pro no es rival para el iPad

Hace nada teníamos acceso a la información acerca de la nueva Surface Pro de Microsoft, en esta ocasión han decidido desde Redmond arrebatar los números al nombre del nuevo producto, algo así como lo que ha hecho Apple con la sección de iPad, llamándolo sencillamente «iPad». Microsoft sigue trabajando duro, y en realidad está creando productos de altísima calidad que no terminan de tener la aceptación de público, por un motivo u otro. Sin embargo, lo que ha dejado bien claro Microsoft es que su Surface ya no va a ser un rival para el iPad, si es que algún día lo fue.

La compañía de Redmond lleva más de un año intentando vender la moto de que la Surface es en realidad un iPad Killer, y nada más lejos de la realidad. No vamos a negar que este 2-en-1, si es que lo podemos llamar así, es un producto de probadas prestaciones y calidad, a pesar de que Microsoft ha querido seguir apostando por el cuasi obsoleto USB 3.1, dejando atrás el minúsculo y versátil USB-C por el que todas las marcas están apostando y que tanto tiene que ofrecernos.

Esconde en su interior 128GB de almacenamiento, 4GB de almacenamiento y un procesador Core M3 de Intel para la versión de entrada, que parte de los 799 dólares, podemos seguir engordando el producto hasta el 1TB de almacenamiento, con un procesador i7 de Intel y 16GB de memoria RAM, pero ya nos lanzamos a los 2.699 dólares.

¿Qué queremos decir con esto? Que sin duda el Surface Pro ni es ni será nunca un rival para el iPad, ni en su versión Pro ni en su versión clásica. Podrá sonar atrevida la afirmación, pero si escuchaste nuestro Podcast de hace pocos días, te habrás percatado que el iPad es una tableta que representa una tableta, sin embargo, el Surface Pro es un ordenador disfrazado de tableta por muy bien que los chicos de Microsoft quieran vendérnoslo.

¿Por qué el Surface Pro no es una tableta y el iPad si?

A pesar de que con la versión Pro del iPad la compañía de Cupertino ha querido relanzar un producto cada vez más abandonado en el sector profesional puro, nunca podemos dejar de tener en cuenta que estamos ante un sistema operativo móvil, iOS tiene unas capacidades, exactamente las capacidades que Apple le da, ya que en cuanto a hardware está más que demostrado que el iPad Pro es una verdadera bestia. Sin embargo, el iPad en cualquiera de sus versiones sigue apelando a los principios de versatilidad y consumismo que lo han caracterizado siempre, así es, el iPad está pensado para entretenernos, para acompañarnos, para que consumamos contenido, para que no moleste debajo del brazo…

Por otro lado tenemos la Surface Pro de Microsoft, una «tableta» que cuenta con ventilador integrado en casi todas sus versiones, una tableta que cuenta con un sistema operativo de escritorio, que a pesar de incluir «modo tableta», quienes trabajamos con Windows 10 a diario sabemos que dista muchísimo de ser un entorno táctil. Seguimos con una «tableta» que prácticamente no tiene sentido sin su principal accesorio, un teclado con trackpad integrado que cuesta alrededor de 100 euros y que está estrechamente vinculado con la nota anterior. Por último, ¿cómo podemos decir que un aparato con USB 3.0 es una tableta en pleno año 2017? Cuesta seriamente hacer esta afirmación.

No quiero sonar pretencioso, la Surface Pro sigue siendo un producto excepcional, pero Microsoft no ha hecho bien el trabajo de oficina, porque absolutamente nadie que tenga en mente adquirir un iPad se terminaría decantando por una Surface Pro bajo ningún camino que el destino le tenga preparado, y lo mismo en distinto sentido. El Surface Pro es un «mini portátil» o un «tableteen», pero a todas luces es demasiado producto para quien sólo quiere una tablet. Es por ello que el Microsoft Surface Pro no es rival para el iPad, y claramente el iPad (en ninguna de sus versiones) es rival del Microsoft Surface Pro, son productos tan distintos que no juegan en la misma liga.